Para dar dirección a nuestro objetivo, lo primero es ponernos de acuerdo en que:
«No es lo mismo fluir que navegar»
Cuando navegamos somos nosotros los que indicamos las coordenadas, del punto de referencia, para que luego mi velero, mi GPS, llegue al lugar que yo quiero, y en éste caso doy dirección.
Por el contrario si me dejo fluir, mi velero tomará el camino que le venga bien tomar, de acuerdo a la dirección del viento, de la marea, etcétera; y en éste caso otros son los factores que marcaron ese camino, otros son los factores que van a decidir por mí, a donde llegar.
Por eso, en el post de hoy insisto en la importancia de darle dirección al cambio, si yo tengo claro a dónde quiero ir, que quiero para mi vida, tengo que empezar a marcar ciertos parámetros que me indiquen que mi viaje está pronto a comenzar y soy quien lo diseño.
Si por el contrario, dejo que la vida me lleve, efectivamente me llevará adonde otros decidan que vaya, voy a caminar por las decisiones que otros han tomado para mí, las decisiones que otros tienen para mí.
Creo que lo importante es que tú tienes que decidir si quieres navegar o fluir… marca tu dirección,cuéntame aquí abajo, en los comentarios, qué decides…
Atrévete!
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